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Maestría Docente Usui Reiki Ryoho, Maestría Kundalini Reiki, Maestría en Sintonizaciones para la Ascención,Maestría Maitreya Reiki, Maestria Satori Shihan. Terapeuta Floral Bach,Bush,California,Sirio.

lunes, 22 de marzo de 2010

Cuatro Leyes de la Espiritualidad


En la India se enseñan las "Cuatro Leyes de la Espiritualidad"

La primera dice:
"La persona que llega es la persona correcta", es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

La segunda ley dice: "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido".
Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa...hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.
La tercera dice:
"En cualquier momento que comience es el momento correcto".
Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.

Y la cuarta y última:
"Cuando algo termina, termina".
Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia. Creo que no es casual que estén leyendo esto, si este texto llegue a nuestras vidas hoy; es porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado!


Vive Bien, Ama con todo tu Ser y se Inmensamente Feliz!

"Si un día tienes que elegir entre el mundo y el amor, Recuerda:
Si eliges el mundo quedarás sin amor,
pero si eliges el amor,
con él conquistarás al mundo"
Albert Einstein

"Cualquiera que sea la pregunta, Amor es la respuesta". iesus.

sábado, 6 de marzo de 2010

La Primera Mujer, Homenaje y Gratitud


LUISITA
Cinco de la tarde de un cálido treinta de enero .
Luisita aguarda en la puerta de calle, junto a un cerco de fragantes arvejillas, el regreso diario de su esposo.
Está vestida para celebrar su cumpleaños número treinta y ocho, lleva
puesto un vestido negro con escote en forma de ve, drapeado en el faldón, con dos bolsillos laterales, unos zapatitos de cuero negro y una colonia suave, con aroma a flores silvestres.

La observo desde la admiración de mis ocho años .

Luisita tiene la piel muy blanca, y unas mejillas rosadas que jamás usaron rubor,huele siempre a limpio, a jabón de tocador, a talco. Su cabello es casi rubio con rulitos que ella sujeta a ambos lados con unas femeninas hebillitas.
Sus labios parecen dibujados, y ella los pinta de un color rojo oscuro que resalta aún más, la serena belleza de sus ojos pardos.

Sus ojos merecen un capítulo aparte.
Poseen un brillo tan especial que parecen estar inundados por las lágrimas.
Mirar esos ojos desde su regazo,es sentir la mullida calidéz de su pecho materno, es desear con todo el corazón, regresar a la infancia y estar siempre en sus brazos.

Hablar de ella sólo desde éste plano, es no ser justa. Luisita tiene una fuerza inconmensurable, su pequeño cuerpo trajina en el quehacer diario, en el amasado de pan en la mesa del patio, mientras se calienta el horno de barro, regando la huerta, ó con el delantal sujeto entre sus
manos en el momento de recolectar huevos y alimentar a los animales.
Es la arañita que desteje y teje con lo que tiene, las medias que abrigan mis pequeños pies.

Luisita es la directora de la orquesta familiar y también es el noble
instrumento,las notas musicales, el talento creativo y el aire que esparse la música.
Luisita es la más sentida canción de amor, es el sacrificio, el esfuerzo, el renunciamiento, el compañerismo. Es el arquetipo que anidó en mi mente infantil y enriquece mi calidad de mujer.

Luisita es el ser que me brindó el abrazo más cariñoso, y me dió éste valioso regalo que yo aprecio y cuido por ambas, es quien me regaló toda mi vida a su lado.

Ella arropó mi cuerpito infantil, abrigó mis sueños y ansias de conocimiento y cuidó de mis hijos, mientras aprendía a pintarme ése sueño.
Luisita, me inundó el corazón de una ternura callada, compañera, con sabor a mate dulce, y fragancia de flores de paraísos.

Luisita es la destinataria de éstas sencillas palabras que no alcanzan para describir su dimensión de mujer, es ella mi referente válido y mi orígen .

Luisita es mi madre, la mujer más importante, para éste corazón de hija que ella abonó con la tierra pura de su alma y sembró con las semillas de su ternura.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Al Maestro con Amor



Leía un Maestro japonés las palabras de Tsukihi (Dios Padre-Madre)del Ofudesaki, libro sagrado de Tenrikio Merlo Fukyoho hace muchos años:
"Practiquen Hinokiyin (servicio sagrado con humildad y por amor) que yo os dispondré el corazón para recibir la alegría." Esa enseñanza hablaba de la amorosa bondad.
Muchos años después, otro Maestro trae a mi vida la amorosa bondad en la energía de Maitreya.
Hablo de la enseñanza que disfrutamos todos sus fieles alumnos en la escuela Reiki Hoy, guiados respetuosamente por el Maestro Claudio Fabián Márquez.
Es tan precioso el momento del encuentro con el Maestro, con la enseñanza cuidada, con la instrucción justa, para que cada alumno la tome y la asimile según su propia evolución.
En éste encuentro, fué contactarnos la energía de Maitreya Reiki, un seminario de practicante y Maestro, que nos trae la energía de un estado meditativo, que nos acerca a la compasión, me sorprende y alegra el reconocerme en algunas actitudes del Maestro.
Al finalizar el curso, lo escuché agradecer a sus Maestros tan humildemente como yo lo hago cada vez, que lo nombro y le agradezco al finalizar cada curso.
"Para que las hojas del árbol estén sanas y fuertes y los frutos frescos y dulces, debemos cuidar las raices. Para que nuestros hijos nos amen y respeten, deben crecer viendo la veneración por nuestros mayores. Para que la enseñanza llegue intacta a nuestros alumnos, es preciso que seamos capaces de honrar a los Maestros que nos forman y acompañan amorosamente hasta éste hoy." Con amor al Maestro Claudio Fabián Márquez y a todos los maestros, que llenaron mi alma con su amor.