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Maestría Docente Usui Reiki Ryoho, Maestría Kundalini Reiki, Maestría en Sintonizaciones para la Ascención,Maestría Maitreya Reiki, Maestria Satori Shihan. Terapeuta Floral Bach,Bush,California,Sirio.

viernes, 24 de agosto de 2012

UN CASO DE ALOPECIA AREATA

DR
CASALE En junio del 98 se presenta en mi consultorio una elegante rubia de 38 años de cabello lacio y largo que apenas toma asiento me dice muy angustiada: “Vengo a usted porque desde hace 3 años comencé con una calvicie en zonas y ningún médico ha conseguido encontrar su origen ni hacer algo por mí”. Instintivamente miré intrigado hacia su cabeza, buscando algún signo llamativo en su cabellera que me indicara alguna anormalidad y ante mi sorpresa, retiró su peluca rubia dejando al descubierto un cráneo totalmente pelado. La alopecia areata se caracteriza por formar aros circunscriptos de calvicie en cuero cabelludo, cejas y barba que en su avance termina ocupando la totalidad de las zonas. (Capitis totalis). Se la considera de etiología desconocida pero los homeópatas ya estamos acostumbrados que cuando no se encuentra un origen patológico justificable, lejos de considerarla de “etiología desconocida”, debemos bucear en lo más profundo del alma humana, en los sentimientos y en las frustraciones que aquejan al paciente. Si no es congénito el origen, se trata de un desorden psicosomático y a él fue dirigido mi interrogatorio. Resultó que era una buena empleada de una importante firma del interior y por sus valores organizativos y su amor propio volcado a su trabajo, es promovida a la gerencia de la firma. Si bien eso fue en sí un premio a su labor, opuestamente se encontró con un exceso de responsabilidad y falta de reconocimiento de sus colaboradores que le generaron mucha tensión de trabajo, algo que su amor propio no podía superar, tanto que al tocar el tema se notó un llanto contenido en los ojos. A esto se le agregaban tensiones en la casa por un marido también perfeccionista y exigente que no le daba la oportunidad de apoyo y consuelo que necesitaba. Fue allí cuando aparecieron los primeros aros de alopecia en distintas zonas del cuero cabelludo, que paulatinamente y pese a los tratamientos estimulantes, lociones, antimicóticos (aunque no se diagnosticaron hongos ni lesiones foliculares), terminaron cubriendo toda la cabeza. Por supuesto cada brote agregaba más ansiedad y minusvalía en la ya deteriorada salud mental de esta paciente que fue agriando su carácter y complicando su vida familiar y social, que incrementó su necesidad de afecto y sentimiento de amparo ante el stress de su vida. Todos estos datos y otros generales, claramente me indicaban el origen nervioso de su alopecia; le receté Phosphorus 30 y luego mil por ser el remedio que más cubría la totalidad psicosomática; similitud que necesita la Homeopatía para poder curar. Dos meses después todo estaba casi igual, habían caído los pocos pelos que quedaban en algunas zonas y reemplazados en algunos lugares por una tenue pelusa nueva, pero lo más destacable y que me convenció que estábamos en el buen camino fue su cambio de actitud. Se notaba más tranquila (reconocido por toda la familia), disminuyó su ansiedad en el trabajo, tomando las cosas con otra predisposición. Esta situación persistió hasta diciembre y en cada visita se notaban nuevas zonas con cabellos incipientes y su humor seguía estabilizado. En esta ocasión consideré oportuno un nuevo estímulo y le receté Phosphorus 10 mil y Zincum 4ta., por ser un elemento necesario para el crecimiento del pelo. La paciente dejó de concurrir por varios meses, puesto que vive en el interior y le resultaba costoso el viaje, hasta que en una oportunidad vino al consultorio por otro problema. Lo primero que me dijo fue: “Doctor tíreme del pelo” . Ya no usaba peluca y tenía un bonito peinado corto, sólo que ya no era rubia, tenía su castaño natural. Es sorprendente como el organismo es capaz de localizar su protesta en cualquier lugar del cuerpo cuando algo no está armonizado en nuestra psiquis. Todo el organismo sufre, sólo que tiende a localizarlo en las zonas menos comprometidas para la salud; en este caso el lugar elegido para expresarse fueron los cabellos.

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